domingo, 13 de diciembre de 2009

Asocian ruido del tránsito vehicular con aumento de la presión

Asocian ruido del tránsito vehicular con aumento de la presión





NUEVA YORK (Reuters Health) - Estar en medio del tránsito puede hacer hervir la sangre temporalmente, pero un nuevo estudio sugiere que vivir cerca de una vía muy transitada puede elevar el riesgo de hipertensión a largo plazo.

Los autores hallaron que entre más de 24.000 adultos en Suecia, los que residían relativamente cerca de calles muy ruidosas eran más propensos a decir que tenían la presión alta que los que vivían en zonas más tranquilas.

Los adultos de mediana edad con la mayor exposición al ruido del tránsito vehicular, por encima de los 64 decibeles, eran casi dos veces más propensos a decir que tenían presión alta que los que vivían cerca de calles más tranquilas.

El mismo patrón se observó en los jóvenes, pero no en los adultos mayores.

Por ejemplo, una conversación normal no supera los 60 decibeles.

Los resultados, publicados en la revista Environmental Health, se suman a las evidencias de que la exposición crónica al ruido causaría problemas de salud.

Otros estudios habían hallado que, por ejemplo, las personas que viven cerca de aeropuertos o que trabajan con mucho ruido tienen mayor riesgo de desarrollar hipertensión e infarto.

La teoría es que dado que el ruido básicamente le indica al organismo que está en medio de una situación estresante, la exposición crónica provocaría un aumento a largo plazo de la producción de la hormona del estrés, el ritmo cardíaco y la presión sanguínea.

Los nuevos resultados no prueban que el tránsito vehicular cercano les aumentó la presión a los participantes. Pero sugieren que habría influido en algunos casos, señaló el equipo de Theo Bodin, del Hospital de la Universidad de Lund, en Suecia.

El equipo entrevistó a 24.238 adultos, de 18 a 80 años, sobre su salud y estilo de vida y los datos del tránsito vehicular para estimar la exposición promedio de los participantes al ruido en el hogar.

El 28 por ciento de los adultos de entre 40 y 59 años, con la mayor exposición al ruido del tráfico, dijo que habían tenido presión alta, comparado con el 17 por ciento de los residentes en las zonas más tranquilas.

La exposición promedio en el primer grupo superó los 64 decibeles, a diferencia de los menos de 45 decibeles en la segunda cohorte.

Cuando el equipo tuvo en cuenta otros factores, como la edad, los ingresos y el estilo de vida, halló que los adultos de mediana edad, que vivían cerca de las calles con más ruido, eran casi dos veces más propensos a tener presión alta.

El equipo encontró el mismo patrón en los menores de 40, aunque los riesgos no eran tan altos, y muchos menos hombres y mujeres tenían presión alta a esa edad.

No hubo relación entre el ruido del tránsito y la hipertensión en los adultos mayores.

Un motivo posible, señalaron los autores, es que dado que los mayores suelen tener varios factores de riesgo de hipertensión, cualquier efecto de la exposición al ruido sería relativamente pequeño y más difícil de detectar en un estudio.

Los autores opinan que se necesitan más investigaciones de los efectos potenciales sobre la salud a toda edad de la contaminación que produce el ruido.



FUENTE: Environmental Health, online 9 de septiembre del 2009

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