sábado, 26 de diciembre de 2009

VARICELA

VARICELA


Es una de las clásicas enfermedades de la niñez. El niño o el adulto con varicela puede presentar cientos de ampollas pruriginosas y llenas de líquido que se revientan y forman costras. La varicela es causada por un virus.

El virus que causa la varicela es el varicela zoster, un miembro de la familia del herpesvirus, que causa también el herpes zóster (culebrilla) en los adultos.

Causas
En un escenario típico, un niño pequeño se cubre de varicela y no puede ir al colegio por una semana. Durante la primera mitad de dicha semana, el niño se siente muy mal debido a la picazón intensa y la segunda debido al aburrimiento. Desde que se introdujo la vacuna, la varicela clásica es mucho menos común.

La varicela se puede contagiar muy fácilmente. Usted puede contraerla tocando los líquidos de una ampolla de varicela o si alguien con varicela tose o estornuda cerca de usted. La vacuna generalmente previene la enfermedad por completo o hace que la enfermedad sea muy leve. Aun aquéllos con una enfermedad leve pueden ser contagiosos.

Cuando alguien resulta infectado, la varicela generalmente aparece entre 10 y 21 días más tarde. Las personas se vuelven contagiosas 1 ó 2 días antes de brotarse y continúan siendo contagiosas mientras las ampollas sin costra están presentes.

La mayoría de los casos de varicela ocurre en los niños menores de 10 años. La enfermedad es generalmente leve, aunque algunas veces ocurren complicaciones serias. Los adultos y niños mayores generalmente se enferman más que los niños pequeños.

No es muy probable que los niños cuyas madres hayan tenido varicela o hayan recibido la vacuna contra esta enfermedad la contraigan antes de cumplir un año de edad. Si contraen la varicela, a menudo tienen casos leves, lo cual se debe a que los anticuerpos de la sangre de sus madres ayudan a protegerlos. Los niños de menos de un año cuyas madres no han tenido varicela o no han recibido la vacuna pueden contraer una varicela grave.

Los síntomas de varicela seria son más comunes en niños cuyo sistema inmunitario no funciona muy bien. Esto puede ser causado por una enfermedad o medicamentos como quimioterapia y esteroides.

Síntomas
La mayoría de los niños con varicela actúan como enfermos con síntomas como fiebre, dolor de cabeza, dolor de estómago o inapetencia durante un día o dos antes de brotarse con la erupción clásica de esta enfermedad. Estos síntomas duran entre 2 y 4 días después de brotarse.

El niño promedio presenta de 250 a 500 ampollas pequeñas, llenas de líquido y que producen comezón, sobre manchas rojas en la piel.

Las ampollas frecuentemente aparecen primero en la cara, el tronco o el cuero cabelludo y se diseminan desde allí. La aparición de las pequeñas ampollas en el cuero cabelludo confirma el diagnóstico.
Después de uno o dos días, las ampollas se tornan grises y forman costras. Mientras tanto, nuevos montones de ampollas brotan en grupos. La varicela a menudo aparece en la boca, la vagina o en los párpados.
Los niños con problemas cutáneos, como eccema, pueden tener más de 1,500 ampollas de varicela.
La mayoría de las ampollas de varicela no dejarán cicatrices a menos que resulten infectadas con bacterias a causa del rascado.

Algunos niños que hayan recibido la vacuna aún desarrollarán casos leves de varicela. Ellos por lo regular se recuperan mucho más rápidamente y solo tienen muy pocas ampollas de varicela (menos de 30). Estos casos con frecuencia son difíciles de diagnosticar; sin embargo, estos niños aún pueden transmitirle la varicela a otros.

Pruebas y exámenes
La varicela a menudo se diagnostica a partir de la erupción clásica y la historia clínica del niño. Si hay alguna duda, los exámenes de sangre y de las ampollas mismas pueden confirmar el diagnóstico.

Tratamiento
En la mayoría de los casos, es suficiente mantener a los niños cómodos mientras sus propios cuerpos combaten la enfermedad. Los baños de avena en agua tibia proveen una cubierta costrosa y reconfortante sobre la piel. Un antihistamínico oral puede ayudar a aliviar la picazón, así como lo hacen las lociones tópicas. Asimismo, recorte bien las uñas para reducir las infecciones secundarias y la cicatrización.

Se han desarrollado medicamentos antivirales seguros. Para que funcionen bien, generalmente se deben iniciar dentro de las primeras 24 horas de la erupción.

Para la mayoría de los niños sin síntomas graves y por lo demás saludables, los antivirales generalmente no se utilizan. A los adultos y a los adolescentes, en riesgo de síntomas más graves, les puede servir si el caso se aborda al inicio de su curso.
Además, para aquellos con afecciones cutáneas (como eccema o una quemadura de sol reciente), afecciones pulmonares (como el asma) o aquellos que han tomado esteroides recientemente, los medicamentos antivirales pueden ser muy importantes. Esto mismo también es válido para los adolescentes y niños que deben tomar ácido acetilsalicílico (aspirin ) permanentemente.
Algunos médicos también suministran medicamentos antivirales a aquellas personas de la misma casa que posteriormente contraen varicela. Debido al aumento de la exposición, normalmente experimentarían un caso más grave de esta enfermedad.
NO LE SUMINISTRE ácido acetilsalicílico (aspirin ) a alguien que pueda tener varicela, ya que su uso ha sido asociado con una afección grave llamada síndrome de Reye. El ibuprofeno ha estado asociado con infecciones secundarias más graves. El paracetamol se puede utilizar.

Hasta que todas las ampollas de varicela hayan formado costra o se hayan secado, evite jugar con otros niños, regresar al colegio o retornar al trabajo.

Pronóstico
Por lo general, el pronóstico es excelente cuando no hay complicaciones. La encefalitis, la neumonía y otras infecciones bacterianas invasivas son complicaciones serias pero poco comunes de la varicela.

Una vez que usted ha tenido varicela, el virus por lo regular permanece inactivo o dormido en su cuerpo de por vida. Aproximadamente 1 de cada 10 adultos experimentará zóster (culebrilla) cuando el virus vuelva a surgir durante un período de estrés.

Posibles complicaciones
Las mujeres que contraen varicela durante el embarazo están en riesgo de una infección congénita del feto.
Los recién nacidos están en riesgo de infección grave si están expuestos y sus madres no son inmunes.
Puede presentarse una infección secundaria de las ampollas.
La encefalitis es una complicación seria pero poco común.
Otras posibles complicaciones de la varicela son síndrome de Reye, neumonía, miocarditis y artritis transitoria.
La ataxia cerebelosa puede aparecer durante la fase de convalecencia o posteriormente. Este trastorno se caracteriza por una marcha muy inestable.

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