Los azotes podrían reducir el coeficiente intelectual de los niños
Los expertos creen que el castigo corporal puede afectar el bienestar psicológico
VIERNES, 25 de septiembre (HealthDay News/) -- La mala noticia es que los pequeños que reciben azotes podrían perder puntos en su coeficiente intelectual (CI).
La buena noticia es que parece que el CI de los niños está en aumento, y al menos un experto cree que parte de la razón se debe a que el castigo corporal está perdiendo popularidad en Estados Unidos y en gran parte del mundo.
Ése es el punto de vista del experto en violencia doméstica y disciplina Murray Straus, profesor de sociología y codirector del Laboratorio de investigación familiar de la Universidad de New Hampshire. Straus tiene previsto presentar los hallazgos de la investigación reciente sobre los azotes este viernes en la Conferencia Internacional sobre Violencia, Abuso y Trauma en San Diego.
Los resultados de una encuesta de más de 17,000 estudiantes universitarios de 32 países "muestran que mientras más elevado era el porcentaje de padres que recurría al castigo corporal, menor era la media de CI a nivel nacional", escribió Straus en su presentación.
En el análisis del castigo físico solamente en Estados Unidos, Straus y un investigador asociado revisaron los datos de las puntuaciones de CI de 806 niños entre dos y cuatro años y de otros 704 niños de cinco a nueve años.
Cuando evaluaron su CI a los cuatro años después, los niños del grupo más pequeño que no recibía castigo físico tenían cinco puntos más, en promedio, que los niños que recibían azotes. En el grupo de niños mayores, los azotes resultaron en una pérdida promedio de 2.8 puntos.
"La frecuencia con la que los padres azotaban a sus hijos marcaba la diferencia", comentó Straus en un comunicado de prensa de la universidad. "En la medida en que los azotes sean más frecuentes, el desarrollo de la capacidad mental del niño será más lento. Sin embargo, incluso una pequeña cantidad de azotes hacía la diferencia".
La Dra. Rahil Briggs, psicóloga infantil del Hospital Pediátrico de Montefiore en la ciudad de Nueva York, dijo que cree que "la disciplina se debe aprovechar para enseñar algo al niño".
"Si azota a su hijo, le enseñará que pegar es la mejor forma de manejar una situación", destacó. "Sin embargo, si utiliza otros métodos de disciplina, le empieza a enseñar a su hijo habilidades cognitivas de mayor nivel como autocontrol, pensamiento lógico y de causa y efecto".
Briggs destacó que una investigación anterior muestra claramente que cuando los niños están en situaciones negativas estresantes, éstas pueden cambiar de hecho la arquitectura de sus cerebros y afectar ciertos procesos neurales.
El Dr. Stephen Ajl, pediatra en abuso infantil, director de atención pediátrica ambulatoria del Centro Hospitalario de Brooklyn y director médico del Centro para la Defensa Infantil Jane Barker de Brooklyn de la ciudad de Nueva York, dijo que "los azotes y otras formas de castigo físico significan que alguien pierde el control y si esto continua de manera crónica, podría afectar alguna parte del bienestar psicológico de los niños".
Y aunque algunas personas creen que pueden usar los azotes como medio de castigo sin perder el control, Briggs señaló que es muy difícil hacerlo todo el tiempo.
"Cuando castiga físicamente a su hijo, abre esa compuerta y la probabilidad de que pueda perder el control aumenta", advirtió Briggs. "Además, si sólo recurre a los azotes, no le enseña a su hijo ninguna cosa".
La presentación de Straus en la conferencia sobre violencia también incluyó los hallazgos del estudio de estudiantes universitarios, realizado por investigadores de 32 países. Encontró que en los países en los que el uso del castigo físico se hacía menos común, la puntuación nacional de CI promedio aumentaba.
Esos hallazgos son plausibles y tienen algo de sentido, destacó Briggs, pero agregó que es difícil explicar el resto de factores que podrían jugar un papel en las puntuaciones de CI, incluidos la pobreza y la educación de los padres.
Ajl recomienda que los padres deben pensar cómo quieren disciplinar a sus hijos antes de que se encuentran con esa situación. Además, destacó, un pediatra puede ayudar a los padres a usar formas más efectivas para disciplinar a sus hijos.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Stephen Ajl, M.D., child abuse pediatrician, and director, pediatric ambulatory care, Brooklyn Hospital Center, and medical director, Jane Barker Brooklyn Children's Advocacy Center, New York City; Rahil Briggs, Psy.D., child psychologist, Children's Hospital at Montefiore, New York City; Sept. 25, 2009, presentation, International Conference on Violence, Abuse and Trauma, San Diego
domingo, 20 de diciembre de 2009
Los azotes podrían reducir el coeficiente intelectual de los niños
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