sábado, 26 de diciembre de 2009

NEFROPATÁ RENAL TERMINAL

NEFROPATÁ RENAL TERMINAL

Es la insuficiencia total o casi total en el funcionamiento de los riñones, los cuales ya no pueden eliminar desechos, concentrar la orina ni regular muchas otras funciones corporales importantes.

Causas
La enfermedad renal terminal (ERT) se presenta cuando los riñones ya no pueden funcionar a un nivel necesario para la vida diaria. Generalmente ocurre cuando la insuficiencia renal crónica ha empeorado hasta un punto en el cual la función de los riñones es menos del 10% de lo normal.

La enfermedad renal terminal casi siempre sigue a la enfermedad renal crónica. Una persona puede tener empeoramiento gradual de la función renal durante 10 a 20 años o más antes de progresar a enfermedad renal terminal.

Los pacientes que han alcanzado esta etapa necesitan diálisis o trasplante de riñón.

Las causas más comunes de enfermedad renal terminal en los Estados Unidos son diabetes e hipertensión arterial. Ver: enfermedad renal crónica para una lista completa de causas.

Síntomas
Los síntomas pueden abarcar:

Sensación de malestar general y fatiga
Picazón generalizada (prurito)
Dolores de cabeza
Pérdida de peso involuntaria
Inapetencia
Náuseas
Se pueden presentar otros síntomas, como:

Piel anormalmente clara u oscura y cambios en las uñas
Dolor óseo
Síntomas del sistema nervioso y del cerebro:
somnolencia y confusión
problemas para concentrarse o pensar
entumecimiento en las manos, los pies u otras áreas
fasciculaciones musculares o calambres
Mal aliento
Susceptibilidad a hematomas, sangrados nasales o sangre en las heces
Sed excesiva
Hipo frecuente
Bajo nivel de interés sexual e impotencia
Cesación de los períodos menstruales (amenorrea)
Problemas de sueño como insomnio, síndrome de las piernas inquietas o apnea obstructiva del sueño
Hinchazón de pies y manos (edema)
Vómitos, especialmente en la mañana
Pruebas y exámenes
El volumen de orina puede disminuir o la producción de orina se puede detener. El paciente por lo regular tendrá signos de muchas complicaciones de enfermedad renal crónica.

La enfermedad renal terminal cambia los resultados de muchos exámenes. Los pacientes que reciben diálisis necesitarán que les realicen con frecuencia estos y otros exámenes:

Potasio
Sodio
Albúmina
Fósforo
Calcio
Colesterol
Magnesio
Conteo sanguíneo completo (CSC)
Electrolitos
Esta enfermedad también puede cambiar los resultados de los siguiente exámenes:

Erytropoyetina
PTH
Examen de densidad ósea
Tratamiento
Los únicos tratamientos para la enfermedad renal terminal son la diálisis o el trasplante de riñón. Su estado físico y otros factores determinan qué tratamiento se utiliza.

El momento para comenzar la diálisis depende de factores diferentes, incluyendo resultados de exámenes de laboratorio, gravedad de los síntomas y estado de preparación. Usted debe empezar a prepararse para la diálisis antes de que sea absolutamente necesario. La preparación incluye aprender acerca de la diálisis y los tipos de terapias con ésta, al igual que la colocación de un acceso para dicha diálisis.

Ver también: diálisis

El tratamiento generalmente incluye un IECA, un bloqueador de los receptores de angiotensina u otros medicamentos para la hipertensión arterial.

Tal vez necesite hacer algunos cambios en su dieta:

Consumir una dieta baja en proteínas
Limitar los líquidos
Limitar la sal, el potasio, el fósforo y otros electrolitos
Obtener suficientes calorías si está bajando de peso
Ver: dieta y enfermedad renal crónica para mayores detalles.

Otros tratamientos pueden abarcar:

Tratamiento para la anemia, como hierro extra en la alimentación, comprimidos de hierro, inyecciones especiales de un medicamento llamado eritropoyetina y transfusiones de sangre.
Medicamentos especiales llamados enlaces de fosfato, para ayudar a evitar que los niveles de fósforo se vuelvan demasiado altos.
Calcio y vitamina D extra (siempre hable con el médico antes de tomarlos) .
Hay diferentes tratamientos disponibles para los problemas con el sueño o el síndrome de la pierna inquieta.

Los pacientes con enfermedad renal crónica deben mantener al día las vacunas importantes, como:

Vacuna antineumocócica de polisacáridos (PPV, por sus siglas en inglés)
Vacuna antigripal
Vacuna contra el H1N1 (gripe porcina)
Vacuna contra la hepatitis B
Vacuna contra la hepatitis A
Grupos de apoyo
Para buscar recursos adicionales, ver el artículo grupos de apoyo para la enfermedad renal.

Pronóstico
Sin diálisis o un trasplante de riñón, la muerte se presentará por la acumulación de líquidos y productos de desecho en el organismo. Ambos tratamientos pueden tener riesgos y consecuencias graves. El pronóstico es diferente para cada persona.

Posibles complicaciones
Anemia
Sangrado del estómago o los intestinos
Dolor óseo, articular o muscular
Disfunción cerebral, confusión y demencia
Cambios en los niveles de electrolitos
Cambios en el azúcar (glucosa) en la sangre
Daño a los nervios de las piernas y los brazos
Acumulación de líquido alrededor de los pulmones
Complicaciones cardiovasculares
Insuficiencia cardíaca congestiva
Arteriopatía coronaria
Hipertensión arterial
Pericarditis
Accidente cerebrovascular
Hepatitis B, hepatitis C, insuficiencia hepática
Hiperparatiroidismo
Aumento del riesgo de infecciones
Desnutrición
Niveles de fósforo que se vuelven demasiado altos
Niveles de potasio que se vuelven demasiado altos
Convulsiones
Resequedad de la piel, picazón o rascado que lleva a infección cutánea
Debilitamiento de los huesos, fracturas, trastornos articulares
Prevención
El tratamiento de la enfermedad renal crónica puede retrasar o prevenir el progreso a enfermedad renal terminal. Algunos casos no se pueden prevenir.
Es la insuficiencia total o casi total en el funcionamiento de los riñones, los cuales ya no pueden eliminar desechos, concentrar la orina ni regular muchas otras funciones corporales importantes.

Causas
La enfermedad renal terminal (ERT) se presenta cuando los riñones ya no pueden funcionar a un nivel necesario para la vida diaria. Generalmente ocurre cuando la insuficiencia renal crónica ha empeorado hasta un punto en el cual la función de los riñones es menos del 10% de lo normal.

La enfermedad renal terminal casi siempre sigue a la enfermedad renal crónica. Una persona puede tener empeoramiento gradual de la función renal durante 10 a 20 años o más antes de progresar a enfermedad renal terminal.

Los pacientes que han alcanzado esta etapa necesitan diálisis o trasplante de riñón.

Las causas más comunes de enfermedad renal terminal en los Estados Unidos son diabetes e hipertensión arterial. Ver: enfermedad renal crónica para una lista completa de causas.

Síntomas
Los síntomas pueden abarcar:

Sensación de malestar general y fatiga
Picazón generalizada (prurito)
Dolores de cabeza
Pérdida de peso involuntaria
Inapetencia
Náuseas
Se pueden presentar otros síntomas, como:

Piel anormalmente clara u oscura y cambios en las uñas
Dolor óseo
Síntomas del sistema nervioso y del cerebro:
somnolencia y confusión
problemas para concentrarse o pensar
entumecimiento en las manos, los pies u otras áreas
fasciculaciones musculares o calambres
Mal aliento
Susceptibilidad a hematomas, sangrados nasales o sangre en las heces
Sed excesiva
Hipo frecuente
Bajo nivel de interés sexual e impotencia
Cesación de los períodos menstruales (amenorrea)
Problemas de sueño como insomnio, síndrome de las piernas inquietas o apnea obstructiva del sueño
Hinchazón de pies y manos (edema)
Vómitos, especialmente en la mañana
Pruebas y exámenes
El volumen de orina puede disminuir o la producción de orina se puede detener. El paciente por lo regular tendrá signos de muchas complicaciones de enfermedad renal crónica.

La enfermedad renal terminal cambia los resultados de muchos exámenes. Los pacientes que reciben diálisis necesitarán que les realicen con frecuencia estos y otros exámenes:

Potasio
Sodio
Albúmina
Fósforo
Calcio
Colesterol
Magnesio
Conteo sanguíneo completo (CSC)
Electrolitos
Esta enfermedad también puede cambiar los resultados de los siguiente exámenes:

Erytropoyetina
PTH
Examen de densidad ósea
Tratamiento
Los únicos tratamientos para la enfermedad renal terminal son la diálisis o el trasplante de riñón. Su estado físico y otros factores determinan qué tratamiento se utiliza.

El momento para comenzar la diálisis depende de factores diferentes, incluyendo resultados de exámenes de laboratorio, gravedad de los síntomas y estado de preparación. Usted debe empezar a prepararse para la diálisis antes de que sea absolutamente necesario. La preparación incluye aprender acerca de la diálisis y los tipos de terapias con ésta, al igual que la colocación de un acceso para dicha diálisis.

Ver también: diálisis

El tratamiento generalmente incluye un IECA, un bloqueador de los receptores de angiotensina u otros medicamentos para la hipertensión arterial.

Tal vez necesite hacer algunos cambios en su dieta:

Consumir una dieta baja en proteínas
Limitar los líquidos
Limitar la sal, el potasio, el fósforo y otros electrolitos
Obtener suficientes calorías si está bajando de peso
Ver: dieta y enfermedad renal crónica para mayores detalles.

Otros tratamientos pueden abarcar:

Tratamiento para la anemia, como hierro extra en la alimentación, comprimidos de hierro, inyecciones especiales de un medicamento llamado eritropoyetina y transfusiones de sangre.
Medicamentos especiales llamados enlaces de fosfato, para ayudar a evitar que los niveles de fósforo se vuelvan demasiado altos.
Calcio y vitamina D extra (siempre hable con el médico antes de tomarlos) .
Hay diferentes tratamientos disponibles para los problemas con el sueño o el síndrome de la pierna inquieta.

Los pacientes con enfermedad renal crónica deben mantener al día las vacunas importantes, como:

Vacuna antineumocócica de polisacáridos (PPV, por sus siglas en inglés)
Vacuna antigripal
Vacuna contra el H1N1 (gripe porcina)
Vacuna contra la hepatitis B
Vacuna contra la hepatitis A
Grupos de apoyo
Para buscar recursos adicionales, ver el artículo grupos de apoyo para la enfermedad renal.

Pronóstico
Sin diálisis o un trasplante de riñón, la muerte se presentará por la acumulación de líquidos y productos de desecho en el organismo. Ambos tratamientos pueden tener riesgos y consecuencias graves. El pronóstico es diferente para cada persona.

Posibles complicaciones
Anemia
Sangrado del estómago o los intestinos
Dolor óseo, articular o muscular
Disfunción cerebral, confusión y demencia
Cambios en los niveles de electrolitos
Cambios en el azúcar (glucosa) en la sangre
Daño a los nervios de las piernas y los brazos
Acumulación de líquido alrededor de los pulmones
Complicaciones cardiovasculares
Insuficiencia cardíaca congestiva
Arteriopatía coronaria
Hipertensión arterial
Pericarditis
Accidente cerebrovascular
Hepatitis B, hepatitis C, insuficiencia hepática
Hiperparatiroidismo
Aumento del riesgo de infecciones
Desnutrición
Niveles de fósforo que se vuelven demasiado altos
Niveles de potasio que se vuelven demasiado altos
Convulsiones
Resequedad de la piel, picazón o rascado que lleva a infección cutánea
Debilitamiento de los huesos, fracturas, trastornos articulares
Prevención
El tratamiento de la enfermedad renal crónica puede retrasar o prevenir el progreso a enfermedad renal terminal. Algunos casos no se pueden prevenir.

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